Introducción
El origen del término freelance proviene de la Edad Media, donde el concepto ha evolucionado significativamente a lo largo de los siglos.
Hoy, el término se asocia a trabajadores independientes que ofrecen sus servicios en diversas industrias, un cambio que refleja la flexibilidad y la libertad en el mundo laboral actual.
¿Qué significa “freelance” y cuál es su origen?
El término “freelance“ se deriva de dos palabras del inglés antiguo: “free” (libre) y “lance” (lanza).
Originalmente, este término se refería a los mercenarios medievales que ofrecían sus habilidades de combate al mejor postor, sin lealtad a un señor feudal.
Esta libertad para trabajar para diferentes señores es el mismo concepto que subyace en el trabajo freelance moderno, donde los profesionales pueden ofrecer sus servicios a múltiples clientes sin estar empleados de manera fija.
¿Cuándo se popularizó la palabra “freelance”?
El término “freelance” se popularizó en la novela Ivanhoe de Sir Walter Scott, publicada en 1820. En esta obra, Scott describe a caballeros mercenarios como “free lances“, refiriéndose a aquellos soldados que podían luchar por cualquier bando, según quién pagara más.
Esta referencia marcó el primer uso registrado del término en la literatura inglesa y lo consolidó como parte del léxico relacionado con los mercenarios.
Como bien lo expresa Sir Walter Scott en Ivanhoe, en tiempos de agitación siempre habrá oportunidades para aquellos dispuestos a actuar.
“I offered Richard the service of my Free Lances, and he refused them—I will lead them to Hull, seize on shipping, and embark for Flanders; thanks to the bustling times, a man of action will always find employment.”
— Sir Walter Scott, Ivanhoe (1820)
“Le ofrecí a Ricardo los servicios de mis hombres libres, y los rechazó—los llevaré a Hull, me apoderaré de los barcos y zarparé hacia Flandes; gracias a los tiempos agitados, un hombre de acción siempre encontrará empleo.”
— Sir Walter Scott, Ivanhoe (1820)
Expansión del término en otros contextos
Con el tiempo, el uso de la palabra se expandió a otros ámbitos.
A lo largo del siglo XIX, el término “freelance” se comenzó a usar de manera figurativa. Inicialmente, se aplicó en la política para describir a los políticos independientes que no estaban afiliados a ningún partido específico.
En 1851 ya se refería a los “free lances del radicalismo” en el Hertford Mercury, un periódico regional británico que ha estado en circulación desde el siglo XVIII y que, aunque originalmente cubría noticias locales en Hertfordshire, Inglaterra, ha sido una fuente importante de información para la región durante siglos.
Más adelante, este uso se extendió a otras profesiones, en particular el periodismo, donde “freelance” comenzó a describir a escritores y periodistas que trabajaban de manera independiente.
¿Cómo ha evolucionado el término “freelance”?
El término ha evolucionado mucho desde sus orígenes.
No obstante, se podría afirmar que fue durante la década de 1970, que se consolidó en el vocabulario cotidiano como un término para describir a cualquier profesional autónomo, desde escritores hasta programadores.
¿Cuál es la diferencia entre “freelance” y “freelancer”?
Inicialmente, se utilizaba “freelance” tanto como sustantivo como para referirse a la acción de trabajar de manera independiente.
Surgió la forma “freelancer” para especificar a la persona que realiza el trabajo.
Hoy en día, estos términos son utilizados de manera intercambiable, aunque “freelancer” es más común para describir al trabajador independiente.
Por su parte, el término “autónomo” proviene del griego antiguo “autonomos“, compuesto por “auto-” (uno mismo) y “-nomos” (ley o regla), que literalmente significa “que se da sus propias leyes” o “que se gobierna a sí mismo“.
Este concepto se relacionaba originalmente con la capacidad de una ciudad-estado o individuo de ser independiente y autogobernarse, sin estar bajo la autoridad de otro.
Con el tiempo, el término evolucionó en el ámbito laboral para describir a aquellas personas que trabajan por cuenta propia, es decir, profesionales o trabajadores independientes que no dependen de un empleador, gestionan sus propios proyectos y asumen la responsabilidad de su trabajo y obligaciones legales y fiscales.
En el contexto laboral moderno, “autónomo” se usa ampliamente para referirse a profesionales que operan por cuenta propia, especialmente en países de habla hispana.
Puedes encontrar una Guía legal completa sobre el trabajo autónomo en este artículo.
¿Cómo ha impactado la tecnología en el trabajo freelance?
La llegada de Internet y las plataformas digitales ha revolucionado el trabajo freelance.
Profesionales en campos como el diseño web, la programación, la música y la escritura ahora pueden conectarse con clientes de todo el mundo, ampliando las oportunidades y el alcance de su trabajo.
Es así cómo a través de plataformas de trabajo freelance como Fiver o Upwork, o a través de sus propios sitios web y tiendas online que los profesionales pueden conectar con clientes de todo el mundo. Algo que ha revolucionado, tanto el concepto tradicional de trabajo independiente como el concepto de outsourcing o delegación digital.
Hoy en día, ser freelance implica mucho más que ofrecer una “lanza”, ya que los freelancers modernos venden sus habilidades a través de herramientas tecnológicas como laptops, software y conexión a Internet. O incluso empleando simplemente, fáciles y eficaces pasarelas de pago.
En definitiva, es una forma estupenda de encontrar a técnicos y especialistas en materias específicas que pueden ayudarnos con nuestros negocios.
Una democratización del acceso a conocimientos avanzados que antes tan sólo estaba disponible para las grandes empresas. Aunque también, una nueva ventana a importantes riesgos, donde las estafas y las reclamaciones por daños no son poco frecuentes. Haciendo imprescindible regular adecuadamente nuestra relación con estos autónomos, freelancers o también llamados empresarios individuales.
La importancia de regular las relaciones con autónomos en un entorno digital
Esta nueva realidad para freelancers y empresas ha supuesto que, en un entorno digital como el actual, sea crucial formalizar nuestras relaciones con estos autónomos mediante contratos claros y acuerdos que protejan tanto a la empresa como al freelance.
Esto incluye, entre otros, la adecuación normativa a la protección de datos o a la normativa laboral, pues como hemos mencionado en otros artículos de nuestro blog, tratar a un autónomo como empleado encubierto puede conllevar graves consecuencias legales, tanto civiles como penales.
Conclusión
El origen del término freelance ha recorrido un amplio camino, desde sus raíces en los campos de batalla medievales hasta convertirse en un elemento fundamental del mercado laboral actual.
Aunque las herramientas han cambiado de lanzas a ordenadores portátiles, la esencia del término sigue siendo la misma: libertad para trabajar bajo los propios términos.
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