En el artículo de hoy te traigo algunas reflexiones sobre el concepto de la felicidad y te propongo un ejercicio de exploración sobre su concepto a través de su etimología y posibles interpretaciones.
Una reflexión surgida a raíz de la petición del compañero Jaime Chicheri quien durante estos meses se encuentra en fase de redacción de su nuevo libro "Coaching Hotelero, O por qué crear equipos felices es la mejor estrategia de Revenue Management", y en el que he tenido la suerte de poder colaborar junto a otros compañeros como Isaac Vidal, CMO de Grupo AR; Ambrós Barberá director del hotel Tuc Blanc, Carlos Jordana, fundador de The Chief Happiness Officer; Zara Beltrán, experta en competencias emocionales y evaluación de la credibilidad; Anxo Pérez, autor de los 88 peldaños de la gente feliz; Cipri Quintas, SEO de personas; Juan Carlos Sanjuan, CEO de Casual Hoteles; Jorge Álvarez, director de Hotel Gran Bilbao; Ángela, creador de espacios nutritivos; Enrique Jurado, CEO en D’arte Human Business School; Luis Fernandez, Director del Hotel Casa Lorenzo; Alejandro Rodríguez Director General Hotel Becquer y Hotel kivir; Jaime López-Chicheri (Senior); Juan Merodio, CEO en Tekdi; Javier Cabero, Director Hotel Paradise Park; Eduard Quintana, Capitán Pasión; Emilio Duró, Conferenciante; Luis Ramos, Libros para emprendedores; Matilde Pastor, experta en coaching sistémico; Isa y Juanmi de Más y Mejor o Roberto Gamboa.
Curiosidades para ser más feliz
La mente es un misterio fascinante, una aventura de aprendizaje constante para aquellos que deciden aventurarse en su exploración diaria. Y eso, es justo lo que vamos a hacer en las próximas líneas analizando algunas curiosidades sobre la felicidad y cómo definimos lo que nos hace felices.
Entre sus maravillas, en el mundo de la mente destacan dos curiosidades que todo buscador de la felicidad debería conocer y que me gustaría compartir con el lector que, aunque presumo avezado en el tema, quizás haga un tiempo que no dedica unos minutos a reflexionar sobre ello y quizás pueda sacar algunas interesantes ideas de este confeso diletante en el estudio de la felicidad.
El Sistema de Activación Reticular Ascendente
Primera curiosidad: ¿Sabías que tu cerebro filtra lo que considera importante para ti? En efecto, el cerebro tiene una parte física y filogenética que recibe el nombre de Sistema de Activación Reticular Ascendente.
Un tamiz encargado de filtrar aquella información que nuestra idea del "yo" considera más relevante, útil e interesante para nuestros objetivos. Y predeterminada por tanto, por nuestra idea de la realidad.
Un recordatorio que, siguiendo el principio informático Garbage In Garbage Out (esto es, si introduces basura en un sistema, producirás basura), nos anima a cuidar nuestras palabras y pensamientos, que son los que condicionarán nuestro mundo.
Algo de lo que era muy consciente el filósofo Wittgenstein con su aclamada reflexión “Los límites de tu lenguaje son los límites de tu mundo”. O de la que son muy conscientes en la India, lugar conocido, en palabras de Paramahansa Yogananda como “El país que nunca miente”, por la fuerza que saben traen consigo las palabras. Incluso en el Nuevo Testamento, en el Evangelio según San Juan, se alude a la creación del Universo a través de “La Palabra”, con la conocida referencia:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios”.
Esto es, la Palabra, bien podría definirse como la manifestación definitiva a través de la cual se creó (y se crea) el mundo.
¿Mágico, no te parece?
La Adaptación Hedónica
Segunda curiosidad: ¿Sabías que existe un mecanismo que influye en tu felicidad? Los estudiosos de la mente lo llaman "adaptación hedonista", una hipótesis que sugiere que el aumento en el nivel económico se ve contrarrestado por el incremento de deseos y aspiraciones.
Esto nos recuerda la importancia del agradecimiento de todo aquello que damos por hecho como clave de la felicidad y de cómo el deseo está intrínsecamente ligado a la carencia y al miedo.
Ahora bien, ¿qué es la felicidad?
La Felicidad: una aproximación etimológica
Confío en que el lector ya tendrá su propia definición, por lo que, aunque la pregunta no es baladí, y dado que mi buen amigo Jaime me ha pedido brevedad y concisión, compartiré contigo, con la disculpa de los filólogos más entendidos en el tema, no una definición al uso, sino algunas reflexiones que espero te aporten nuevas y desconocidas ideas:
El origen de la palabra "felicidad"
Primera reflexión. La palabra felicidad (felicitas) tiene su origen en el latín y significa “estado de buena fortuna”.
Un término (fortunas) que también proviene del latín y significa “favorecido por la suerte”.
Suerte, también viene del latín y significa “destino asignado por el azar”.
E igualmente, “Destino”, del latín destinare, significa algo así como “sentido de tener una dirección fija o específica”.
Y he aquí lo interesante de esta reflexión: “ser feliz” bien podría entenderse como el estado en el que nuestra dirección no está determinada o se deja al azar de las circunstancias.
Esto nos lleva a considerar la felicidad como un estado de libertad en la dirección.
¿No es irónico que constantemente nos hayamos trazando planes para ser felices cuando, en realidad, la felicidad podría encontrarse en el permitirnos la acción sin rumbo, propia de los seres espontáneos y alegres?
Esta reflexión, nos lleva a una bonita definición de la felicidad como el estado en el cual nos permitimos la “acción sin dirección” típica de las personas alegres, inocentes y espontáneas. De los grandes maestros iluminados, los niños y animales y, en general, de prácticamente, cualquier héroe, heroína o persona digna de la admiración de los demás.
¡Te invito a pensar en esa persona espontánea y alegre con la que siempre acabas en una aventura sin rumbo ni dirección!
La obsesión por la excelencia o por qué los perros no buscan ser mejores perros
Segunda reflexión: No existe una correlación entre excelencia y la felicidad, y aún así, nuestra sociedad propone como modelo de felicidad la consecución de la excelencia a través del cumplimiento de objetivos, estándares y deseos.
Me explico con un ejemplo.
Quien tenga o haya tenido mascotas sabe que no nos hace falta tener el mejor perrito o gatito del mundo, ni el más guapo, el más bonito, el más atlético o el de mayor pedigree.
Cualquiera de estos mágicos seres, sean como sean, se ganan en segundos nuestro amor incondicional.
Un ejemplo de que la excelencia es sólo una métrica, una regla sobre cómo una persona mide las cosas. Algo siempre subjetivo y temporal. Dependiente del punto de vista, y del ya mencionado Sistema de Activación Reticular. (Por cierto, mi perrito es el mejor. Aunque creo que Jaime y tú opinaréis lo mismo de vuestras mascotas)
El Deseo como síntoma de la carencia
Tercera reflexión. Decía Siddhartha (nombre del sánscrito que significa “aquel que ha alcanzado su objetivo/ aquel que cumple sus deseos”), también llamado El Buda o “el Despierto”, que el deseo es sufrimiento.
Un contrato que firmamos con nosotros mismos para ser infelices hasta la consecución del mismo.
Una dirección rígida hacia un objetivo que nos impide ser felices.
De nuevo, otra reflexión sobre la felicidad, que relaciona este asunto tan interesante con el concepto de “la dirección” y con cómo de flexibles nos permitimos ser con esta en nuestro día a día.
Igualmente, "Deseo", tiene un origen etimológico curioso. La palabra "deseo" proviene del latín "desiderium", que a su vez deriva del verbo "desiderare", que significa "anhelar", "extrañar" o "echar de menos".
Y es que, como reflejo de nuestros mayores miedos, nuestros deseos también son una manifestación de aquello que tuvimos pero perdimos y creemos poder volver a conseguir por otros medios.
El Gran Panda y El Pequeño Dragón: enseñanzas de un Koan Zen
Quisiera concluir esta reflexión que hemos hecho juntos, con un Koan Zen que te dedico a ti, lector de En Busca del Fuego, a mi buen amigo Jaime, a mi familia, y a todos y cada uno de los valientes emprendedores que, llegando a nuestro despacho profesional con un Plan de Negocio concienzudamente iterado, se permiten seguir impactando positivamente en el mundo manteniendo su inocencia, su espontaneidad, su capacidad de adaptación y sus ganas de seguir haciendo del emprendimiento su mejor vía de crecimiento personal.
Encendiendo sueños, y dejándolos arder dentro de sí.
“¿Qué es más importante, preguntó el Gran Panda, “el viaje o el destino?” “La compañía”. Dijo el pequeño Dragón.
Espero que hayas disfrutado del artículo y que estas reflexiones sobre la felicidad te hayan aportado algunas ideas. Estoy seguro de que el resto de autores que van a colaborar en el libro de Jaime nos van a dar también muchas otras variadas y enriquecedoras experiencias e ideas sobre lo que la felicidad significa para ellos.
Ahora, te toca a ti lector:
Y para ti, ¿qué es la felicidad?
…Y entonces ¿Qué es para ti la felicidad? Porque preguntas al lector pero a mí no me ha quedado claro que es para ti ¿Renuncia, desapego, libertad, todo junto, otra cosa, estado emocional…?.
Otra duda es ¿El camino budista no pasa por negar la naturaleza humana? ¿No busca además eliminar la individualidad (hermana de la libertad), del ego, por una búsqueda de lo esencial, de lo común, del todo? ¿No es el deseo sino la forma sociocultural de materializar la cobertura de las necesidades humanas y la apertura al cambio de deseo o la pluralidad de caminos, la clave de alcanzar el éxito en la cobertura de dichas necesidades?
¿Cuando y como se maduran estás creencias o semillas de ellas?
Me quedo a medias, con poca aplicación, y sin aportación nueva.
En cualquier caso, gracias por tu propuesta.
Hola José María,
Gracias por tu comentario y por plantear estas preguntas tan profundas. Agradezco la oportunidad de clarificar y expandir mis ideas.
Para mí, la felicidad es un estado de equilibrio y realización personal, donde logramos vivir en armonía con nuestros valores y deseos, aceptando tanto los logros como las adversidades. No creo que sea una única cosa como renuncia, desapego o libertad, sino una combinación de varios aspectos que nos permiten sentirnos completos y satisfechos.
Respecto al camino budista, es cierto que propone la renuncia al deseo como un medio para alcanzar la iluminación. Sin embargo, no creo que esto niegue la naturaleza humana, sino que busca trascenderla para encontrar una paz más profunda y duradera. En cuanto a la eliminación de la individualidad, el budismo invita a desapegarse del ego para reconocer nuestra interconexión con todo lo que nos rodea, lo cual puede ser visto como una forma de libertad diferente, una libertad de las ataduras del ego.
En mi opinión, el deseo es una fuerza poderosa que, cuando se maneja con sabiduría, puede guiarnos hacia la satisfacción de nuestras necesidades de manera equilibrada. La apertura al cambio y la diversidad de caminos son esenciales para encontrar formas auténticas y satisfactorias de cubrir estas necesidades.
Las creencias y semillas de estas ideas se maduran a través de la reflexión, la experiencia y el aprendizaje continuo. Cada paso en el camino nos ofrece nuevas perspectivas y oportunidades para crecer y adaptarnos.
Además, me gusta la idea de la etimología de felicidad. Mi interpretación personal es que la felicidad, en el fondo, es entender ese “estado de buena fortuna”, “estado de buena suerte”, y “destino no fijo” como una oportunidad para no agobiarnos por no tener un destino definido, sino que en esa impredecibilidad llena de potenciales es donde nos sentimos más capaces.
Lamento que te hayas quedado a medias con el artículo. Aprecio tu feedback y seguiré estudiando en este “En Busca del Fuego” para continuar aportando más aplicaciones prácticas y nuevas aportaciones en futuros escritos.
Gracias de nuevo por tu comentario.
Saludos cordiales,
Jorge
Muchas gracias Jorge.
Está respuesta me ha aportado bastante más que el texto. Me parece más madura y personal y lo agradezco.
Por mí parte, solo decir que creo que la trascendencia al ego se parece demasiado o sus negación, cuando creo que es el ego, al menos la definición de ego que manejo, el que nos lleva al crecimiento y la superación y nos informa de los eesequilibrios. Lo que es seguro es que es más difícil alcanzar ese ansiado equilibrio sin dejarlo de lado.
Aunque los valores son también apegos y manifestaciones del ego y por ello quizá no te guste mi propuesta, te propongo buscar los valores que pudieran constituir el mantra o afirmación en PNL que nos sane y oriente en el equilibrio.
Gracias de nuevo por tu dedicación